miércoles, 31 de agosto de 2011

Santa Rosa

Santa Rosa
fue una chica
que se flagelaba
y hablaba
con mosquitos.
San Martín
hizo comer
de un plato
a perro,
pericote
y gato
y detuvo
a un sujeto
en el aire.
El 30 de agosto
no hay colegio.
¿Cuándo descansamos
por San Martín?

martes, 30 de agosto de 2011

Carta a Tarcila

Tarcila:
¿Sigues acumulando soledades? ¿Aún las cuentas o ya te rendiste? ¿Se sigue sintiendo igual que la primera vez o ya desarrollaste un mecanismo para no sentir el dolor?
Empiezas a hacerte real, Tarcila. Ya casi eres de carne y hueso. Puedo ver tus manos, cada vez más sólidas y tus ojos que han dejado de sonreír.
Y has vuelto a ser tú después de llorar esas últimas lágrimas. El llanto de esta noche fue el último, y gracias a él vuelves a vivir.
No más sonrisas, pero tampoco más lágrimas, te has dicho. Tal vez más amor, sí, pero a esos amores los conoces y sabes cómo ser con ellos y contigo.
Abres la caja, guardas el corazón. Ahí estará tranquilo y a salvo.
Ahora que eres real, inventarás historias nuevamente. Volverás a ver a las parejas en la calle y sonreirás sabiendo que nunca serás ellos. Los verás caminar de la mano, detenerse y besarse y pensarás que son unos tontos, que jamás aprenderán. Luego se irán, él la abrazará por atrás y sonreirás otra vez, aliviada de que no vas a ser ellos.
Así eres, Tarcila. Sola, triste y sonriente. Así eres y, por más de que a veces descanses de ti misma, vuelves a ti sin querer y sin darte cuenta. Ahora solo te toca aceptarte y vivir contigo, tal vez para siempre, tal vez por un tiempo.
Ahora, anda a dormir. Durmiendo olvidarás quién eres y podrás soñar con él y su recuerdo. Solo acuérdate de no llorar porque despiertas a los vecinos.


domingo, 21 de agosto de 2011

( )

Tarcila soñó miles de veces
con el encuentro.
Nunca se imaginó
que jamás sucedería.
Cuando despertó esa mañana,
sintió la soledad
que la acompañaría para siempre.
El pan se quedó en la mesa;
el vestido, colgado y planchado.
Sus sueños desaparecieron.
Despertó cien mañanas más
y siempre fue igual.
sus brazos, ya rígidos
nunca volvieron a abrazar.

jueves, 11 de agosto de 2011

Final

Cuando despertaron,
él la estaba abrazando.
Ella no quiso
deshacer ese nudo
y se quedó en el abrazo
por siempre.