jueves, 25 de diciembre de 2014

Diciembre

Confundí mi frío con calor.
Mis huesos ardían
dentro de mi piel
y celebré,
cuando era el hielo de mi sangre
lo que me quemaba.

El verano se burla de mí.
No se lleva las hojas secas
y las lágrimas
no limpian el polvo
que dejó el invierno.

El sol trata de asomarse
pero las nubes grises
le ganan el puesto
y la garúa baña mis brazos
y mi cuerpo.

Diciembre nos engaña.
No hay abrazos
en tardes naranjas
no hay risas
por la mañana
no hay letras
no hay amor.

El verano se burla de mí
y me quedo con los brazos abiertos
esperándolo en mi puerta
mientras las flores amarillas
bañan la calle.

El sol me mira
detrás de las nubes grises
sabe que estoy aquí abajo
aguardado su llegada
y se ríe.

Porque el verano
el sol
el calor
el azul
se burlan de mí.

jueves, 20 de noviembre de 2014

20

Quiso librarse de su abrazo
pero su abrazo estaba en todos lados.
Estaba en las luces del semáforo
y en el asfalto.
En la garúa
y en las huellas que sus zapatos dejaban
después de pisar un charco.

Quiso librarse de su abrazo,
pero su olor se había impregnado en ella
y la seguía
cuando bajaba y subía las escaleras
cuando reía
y cuando no hablaba.

Quiso librarse de su abrazo, vivir por ella misma, sujertarse en sus propias piernas, en su propia fuerza, pero el abrazo no la dejaba, el abrazo la perseguía, la acosaba, aparecía en sus sueños, se iba a dormir con ella y ahí estaba cuando despertaba.

Quiso librarse de su abrazo
pero era tarde ya.
Quiso ser ella
no ser él
no ser ellos o nosotros
pero el abrazo insistía
como ya rémora
o una mancha
que no se va
con las lavadas.

Cuando vino la caída
entendió
por qué vivía en el abrazo:
el abrazó no la dejó caer
cuando sus piernas temblaron.

El abrazo aguantó los golpes con ella
la defendió del odio
le devolvió
la sonrisa
el abrazo
la salvó
del olvido
de la oscuridad.

Se dio cuenta al fin
que el abrazo
era él, eran ellos,
ellas y nosotros
que no nos íbamos
a abandonar.

Y ya no sintió la opresión
la fuerza.
Sintió la paz,
el amor.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Flores II

Las calles han empezado a pintarse de amarillo, de naranja. ¿Con quién oleré las flores ahora? ¿Con quién miraré el mar y sentiré la arena tibia bajo mis pies? Las calles han empezado a pintarse de naranja, de amarillo. Fin de año, nieve limeña, verano en diciembre. ¿Con quién me miraré frente a frente? ¿Quién será mi espejo, mi estrella, mi sello? Las calles se tiñen y yo piso las flores que, aún con vida, caen de los árboles para llenar las veredas de color y de pegamento. Mis pies no se separan del piso, no me dejan volar. Las calles me sujetan todavía al pavimento.
¿Con quién intentaré despegar?

jueves, 6 de noviembre de 2014

Flores

las flores no se han muerto.
cada día nacen nuevas
y yo no puedo respirar
y yo me ahogo
entre estas dos paredes
que se cierran
y me encierran
y me nublo
y ya no veo las flores.
las huelo,
sé que están cerca
y las paredes se cierran
y me encierran
y las flores
no se mueren.

yo ya no puedo ver nada
me he quedado sin aire
y sin suelo
y el cielo está negro
y sin estrellas.
ya no hay flores
las flores se han muerto
¿nacerán otras mañana?
y yo aún no respiro
y me ahogo
me ahogo
entre estas paredes
que se cierran
en mi pecho.

jueves, 23 de octubre de 2014

paréntesis

Llevo mi tumor conmigo.
Lo guardo en un frasco,
en un sobre,
en un saco,
en una bolsa.
Lo llevo a dondequiera que vaya.
Me ayuda a no olvidar
que soy humana
y que a veces,
el mundo no es lo que uno quisiera
y uno no es
lo que el mundo esperaba.

Guardo mi tumor cuando lloro
y lo saco cuando río.
Así no olvido
que la alegría pasa
y que la tristeza puede volver
en cualquier momento.

Mi tumor  va conmigo a todas partes.
Lo muestro orgullosa:
recordatorio de mi mortalidad,
aviso de mi fragilidad.

Ni odio a mi tumor
ni me avergüenza.
No me disminuye,
no me amenaza.

Aunque separados,
es y será
parte de mí:
recordatorio
de mi vida,
de mi mortalidad.
Aviso
de mi fragilidad.

jueves, 9 de octubre de 2014

(Des)

He olvidado tu cara.
No tus manos ni tus ojos ni tus labios.
Solo tu cara.

He olvidado cómo luces.

Cuando nos crucemos en la calle,
-desconocidos aún-
no te reconoceré.

He olvidado tu cara.
No sé quién eres,
no sé tu nombre.

No reconozco tu voz.

Te busco día a día.
Te busco en mis sueños
y te llamo.

Te invoco.

Te nombro todos los días
y te sé de memoria,
te conozco al pie de la letra.

Pero, cuando nos crucemos en la calle,
-desconocidos para siempre-
no te reconoceré.


jueves, 25 de septiembre de 2014

Distancia

qué lejanos vi hoy
tus ojos frente a mis ojos
tu aire atravesando mi aire
tus manos sobre mis manos
tu risa sobre mi llanto
tus besos sobre mis labios
tu voz en mi oído
tu abrazo rodeando mi alma
tu odio
tu amor
tu mirada
tu barba
tus uñas
tus dientes
tus piernas

qué lejanos vi hoy tus ojos mirándome desde otra galaxia. y eran ellos, eras tú quien me miraba y ya no me desnudaba: me golpeaba. eras tú y eran ellos y eran ustedes y nosotros quienes me odiaban y yo los amaba desde el fondo del agua allá lejos, lejos en la tierra.

qué lejanos vi hoy
tus ojos comiéndose mis miedos
y tu cuerpo descomponiéndose
en mi abrazo.

qué lejano vi hoy
al amor que compartimos
y al hombre
y al niño
y al juego
y la risa.
qué lejanos los vi hoy.

lejos
lejísimos
qué ajenos
distantes
sueños.

qué lejanos vi hoy
tus ojos frente a mis ojos
y tu aire con el mío
y tus manos sobre esto
que llamo manos.

y tu risa
tu risa sobre mi llanto.

qué lejanos
los vi hoy.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Colectiva de días

escribo para no olvidar.
no olvidar
por ejemplo
que esta noche
las estrellas fueron rayas
en el cielo
y la luna
un rectángulo amarillo
que las acompañaba
solitaria.

no olvidar
lo que me dicen
las voces de mi cabeza
que gritan mil palabras
que tal vez
no puedo entender.
mensajes
que no puedo descifrar.

escribo para no olvidar
tus ojos
tan cerca de los míos.

escribo para no olvidar
estos días bajo el sol
estos días bajo el frío
o la lluvia
o el granizo.

escribo para no olvidar tu piel
y la mía
tan distantes.

escribo para no olvidar
la luz
no alejarme
del viento
no separarme
del calor.

escribo
para no dejar de ser yo
no dejar de ser
de creer
de crecer
de entender
de merecer

para no
retroceder.

jueves, 28 de agosto de 2014

Lluvia

Llovió.
En su mente
en su alma
en sus ojos
en su piel.

Llovió
pero no
por cuarenta días
y cuarenta noches.

Llovió para siempre
una eternidad.

Llovió
y la lluvia
llegó a todos los rincones
de su vida

inundó el presente
el futuro
y el ayer.

Todo lo manchó

-escampó-
solo en una idea, en
un deseo.

porque,
en realidad,
llovió:
no paró.

jueves, 21 de agosto de 2014

no buscar

Me perdí
entre los árboles
o detrás de un cartel
de prohibido estacionar.

Me fui perdiendo poco a poco
y en el proceso
te fui perdiendo a ti
los fui perdiendo a todos.

Perdí la poca cordura
que me quedaba.
Perdí la respiración,
perdí la sangre.

Me perdí muy lento
casi sin darme cuenta
y cuando lo vi,
llegó el dolor.

Tal vez ya estaba muerta cuando me encontraste entre los escombros del fin del mundo.
Quizás lo que sacaste de entre las piedras era mi cuerpo sin alma.

Y cuando despertamos, éramos ya un recuerdo tan lejano, que casi sonaba ficticio.
Estabas por todas partes, pero no nos reconocimos.

Total,
ya me había perdido
hacía mucho.
¿Qué más daba?

Si era mi cuerpo
o era el tuyo
o era solo un pedazo
del ayer.

Me perdí,
nos perdí,
nos perdimos.
En plural.

jueves, 14 de agosto de 2014

Abrir de ojos

Desperté contigo a mi lado
pero no eras más
que un aire tibio en la almohada.

Tu respiración
no se convirtió
en un abrazo

porque tus manos
estaban ya lejos
de mi cuerpo.

Desperté contigo a mi lado
y no me miraste
ni me dijiste te quiero.

Tu sonrisa
no se transformó
en luz

porque tu boca
ya besaba
otros labios.

Desperté contigo a mi lado
eras tú y no lo eras
pero te escuché claro.

Te supe dentro de mí
en mi cuerpo,
en mi vida, en mi piel.

Y tu olor
no era ya más
que un recuerdo viejísimo.

Desperté
contigo, sin ti
a mi lado.

Volví a dormir
y a despertar
y seguiste ahí,
evidente.
Sin mí.

jueves, 7 de agosto de 2014

olutít nis (setna led)

y cuando llegó al fondo
lo tocó con ambas manos:
lo reconoció
por todos sus rincones,
lo conoció bien.

fue a las partes más oscuras
más lúgubres,
más tenebrosas
y fue feliz allí.

supo sonreír
aún cuando tuvo miedo.
y saberse viva
incluso cuando dejó de respirar.

cuando aprendió -aprehendió-
ese mundo más allá de la vida
volvió a la superficie
más viva que antes.

volvió impulsándose
con su canto
sin ayuda
ni compañía.

volvió plena,
lista para seguir viajando
y explorando los espacios
de aquí y de allá.

jueves, 31 de julio de 2014

(olutít nis)

Tarcila descubrió
todo lo que no había
conocido antes:
fue niña otra vez.

Rodó por el pasto
riendo,
abriendo los brazos
y gritando:
volvió a nacer.

Volvió a nacer,
a crecer
a ser
a hacer.

Tocó el universo
con sus manos.
Fue al centro de la galaxia
y volvió
infinitamente
más sabia,
más humana.

Bailó al ritmo
de una música
que solo sonó
en su cabeza

y se consideró
se sintió
se supo
eterna.
Inmortal.

jueves, 24 de julio de 2014

Ajeno

Ajeno.

¿de quién eran esos ojos
que la miraban de lejos?

¿de quién esa sonrisa,
esos brazos,
esa alma
que llenaba la habitación?

su voz se había vuelto
como un eco distante
y hablaba un idioma
que ella no podía reconocer.

Ajeno.

¿quién eres?
¿de dónde has venido?
sintió que había viajado
de mucho tiempo atrás,
cargando consigo
el recuerdo de un amor
que se aferraba de las garras
al techo
a las paredes
a las ventanas


vino del pasado
donde solo había olvido

Ajeno.

nunca supo
que jamás le perteneció.

viernes, 6 de junio de 2014

rojo y negro

no me enamoré de tus ojos
sino de la forma que tenías
de desnudarme con una mirada.

tampoco me enamoré de tus manos;
las amé solo cuando pasaron
por mi pelo, mis brazos y mi cintura.

ni de tu boca,
que era mía
cuando me sonreía y besaba mis labios.

era amor cuando escuchaba tu voz
repitiendo mi nombre,
diciendo "te quiero".

no me enamoré de ti
ni de tus ojos
de tu boca
de tus manos
ni de tu voz.

me enamoré de lo que eras tú
cuando estaba yo.
de lo que éramos
cuando estábamos
los dos.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Sin título

Lo tocó.
Pasó sus manos por su cara.
Su nariz
sus ojos
y su boca.
No lo miró.
No necesitó verlo
para saber
que no era Él.

Esa no era la piel
que tantas veces
había besado.
Sus manos no reconocían
ese rostro;
las líneas de su frente
no contaban
la misma historia.

Se llevó las manos
a los bolsillos.
Se dio la vuelta
y regresó
a la piel de siempre.
A la piel conocida.
Al amor.

viernes, 9 de mayo de 2014

Tristeza

Era tristeza.
Como el arreglo de flores
que alguien olvidó quitar de una plaza
y yace muerto bajo la estatua del conquistador.
Como un amor terminado
de un solo lado
y de otro lado infinito.
Como un cielo morado
en una tarde de invierno.

Era tristeza pura
como una risa sin eco
como un charco de agua
en medio de un parque sin niños.
Como tus manos
en mi mente en mi cuerpo.
Como esos árboles que decoran avenidas concurridas
llenos de hollín y de olvido
faltos de agua, de amor.

Era tristeza
como un hueco en el pecho
como las conversaciones imaginarias
que ya sabía de memoria.

Era tristeza
era dolor
era olvido
era,
quizás
tu voz.

jueves, 24 de abril de 2014

(_______________)

Lo amó como solo se ama 
a las miradas de antiguos amores.
De amores que nunca fueron
de camas sin sueños compartidos.
En sus ojos pudo recordar
aquellos ojos que la miraron
tiempo atrás.
Esos ojos que atravesaron su ropa
su cuerpo
su mente
y la dejaron ahí
desnuda y desvalida
teniendo como única arma
-inútil al fin-
al amor. 

viernes, 4 de abril de 2014

(In)finito

Desaparecer en el abrazo le pareció una buena idea.
Y, cuando lo hizo, el universo entero empezó a derretirse a su alrededor.
Empezó a caer lentamente,
como flotando
como suspendida
en un éter
inmortal.
Como por un abismo
que solo la llevaría
a la vida eterna.
Cuando lo abrazó, no vio más que oscuridad
y estrellas que luchaban
contra la noche
y la encendían en un ir y venir
de amor.
¿Dónde estoy?
Se preguntó.
Y siguió cayendo.
Las estrellas le contestaron lo que quería escuchar.
Sonrió y continuó
desapareciendo
en el abrazo.

sábado, 29 de marzo de 2014

Condicional

Si el café de las cinco
Si los carros que pasan
Si los labios que ríen
Si tu mano en su espalda

Si los viajes en barco
Si la muerte en la cama
Si la lluvia de noche
Si el sol en la playa

Si el olor de las flores
Si no queda esperanza
Si cantar las canciones
Si quiero la venganza

Si los niños que lloran
Si las madres que callan
Si el final de la aurora
Si los perros que ladran

Si los amigos que juegan
Si la vida que acaba
Si mi ego que merma
Si quererte no basta

Si la voz en silencio
Si el calor de tu almohada
Si te digo que creo
Si no tengo más nada

Si el cura que reza
Si el cuaderno en la sala
Si el dolor de cabeza
Si el papel sin palabras

Si el olor de las flores
Si no queda esperanza
Si cantar las canciones
Si quiero la venganza