jueves, 23 de abril de 2015

Ficción

Nada es real.
Las estrellas que se asoman en la tarde
el río casi seco
los árboles.

Las caras en los cerros:
un bebé con cuernos
un rinoceronte
dos amantes.

Nada es real.
Ni las luces del camino
que no proyectan mi sombra
ni el cielo oscuro
ni la vida misma.

¿Encontraré tu figura entre las nubes?
¿Volveremos a ver el amanecer?
¿En qué podemos creer ahora,
si ni mis manos se sienten auténticas?

Nada es real.
El cielo morado
el cielo llano
estas letras
tu recuerdo.

Nada,
nada ya es real.

jueves, 9 de abril de 2015

No apagues la luz

Te recordaré cada séptimo día.
Las caminatas
y las olas reventando salvajes
contra las piedras.

Recordaré el sol
brillando a nuestra derecha
y ausente a la izquierda
como adivinando la despedida
y llorando de antemano.

Pensaré en ti
y en tu risa
tus manos
y tu invierno,
el abrazo roto
y las promesas
que jamás serán.

Te recordaré al nacer el sol
cada séptimo día.
El alba anunciará tu regreso fugaz.
Para el ocaso
tu imagen ya se habrá ido.